sábado, 10 de julio de 2010
JUBILADOS: OBJETO DE LA DEMAGOGIA DE LA OPOSICIÓN (Por Jorge Rachid)
¿Quién o quiénes no van a querer el 82% móvil para los jubilados argentinos?
Todos los argentinos gobernantes y oposición, trabajadores y empresarios, militares y curas, grandes y chicos, queremos llegar a esa situación que sería de una justicia social enorme y un reconocimiento a nuestros mayores que en los últimos 34 años han soportado todo tipo de vejaciones y maltratos. Desde 2003 su situación empezó a mejorar, pero estamos lejos aún de lograr el tan ansiado 82%.
Sin embargo, debemos hacer algunas reflexiones al respecto. Esta iniciativa ha sido lanzada por la oposición, la misma que dice que el país está en llamas, que las condiciones sociales están al límite, que no hay inversión ni actividad económica, que se opone a cualquier iniciativa gubernamental, que apuesta a que los Foros Internacionales castiguen a la Argentina, que aplauden a los Fondos Buitres cuando no entran al canje o logran embargar en Nueva York alguna cuenta argentina. Es la misma oposición que desprecia que se defienda el trabajo argentino en los Foros internacionales. Oposición que no duda en poner en peligro el comercio internacional con Venezuela disparando versiones que solo favorecen a terceros países cuyas empresas quieren suplantar a las nuestras en ese mercado. La misma que quiere eliminar las retenciones y disminuir los aportes patronales, sin plantear cómo se financia el Estado.
La pregunta que sigue es ¿cómo si estamos tan mal podemos estar discutiendo el 82% móvil para los jubilados? Será porque entonces el panorama económico de la Argentina es bueno, de crecimiento, incluso a tasas chinas, como acaba de informar CEMA, institución no oficialista que afirma que en el último trimestre el PBI creció 11%. Una de dos, o estamos en el paraíso o estamos en el horno; que se decidan de una vez, así discutimos en serio tanto el asunto de las jubilaciones como el resto de los temas, como la Ley de servicios audiovisuales, las nuevas leyes laborales, la reglamentación del artículo 14 bis de la Constitución Nacional para que los trabajadores participen de las ganancias de las empresas, entre otras cuestiones que tienen que ver con la distribución de la riqueza y la democratización del poder.
Pero volvamos a las jubilaciones, porque sino, parece que se quiere evadir el tema. La oposición metió por primera vez en agenda, un asunto sensible a la discusión y lo hizo por la ventana, como herramienta política electoral, antes que como resolución de una problemática social como es el marco y la cultura previsional. Sin dudas una jugada hábil, pero endeble, porque no puede demostrar en una planificación estratégica macroeconómica que pueda sostener los recursos en el tiempo, lo cual disfraza un aumento hoy con ley incluida, por un dolor del mañana cuando se agote el recurso. Seamos más precisos aún, los recursos de la seguridad social son recursos aportados por los trabajadores con fines previsionales y son pactos intergeneracionales, lo cual implica que los referidos fondos de hoy deben ser administrados de manera tal, que cuando los aportantes de hoy sean jubilados, encuentren el mismo terreno abonado que tienen los jubilados actuales. Jubilados, por otra parte, que durante 14 años de vigencia de la ley 24241 de 1994 hasta el 2008, fueron saqueados, estigmatizados y congelados en sus haberes con 150 pesos -dólares, hoy cobran la mínima de 240 dólares con dos aumentos al año, por ley, siguiendo la evolución de los índices, desde el 2009 a la fecha del 29,30%, con 14 aumentos a la mínima desde el 2003.
No está claro cómo piensan que se deben manejar los recursos previsionales, ya que hoy no sólo están garantizados en colocaciones a mediano y largo plazo, como en todos los países del mundo, con un 66% en Bonos del Estado con renta futura que preserva el valor del dinero, cuando en los países centrales esa proporción alcanza el 86%, además de contar con el Fondo de Garantía Previsional creado cuando se traspasó a las AFJP al Estado que tenía 90 mil millones y ahora posee 149 mil millones de pesos. Sin embargo la oposición quiere acorralar al gobierno en la negativa, ignorando que el mundo debate hoy cómo aumentar la edad jubilatoria y bajar los haberes. Ese mundo desarrollado del cual nos decían que era el paraíso terrenal. Europa entera enfrenta hoy manifestaciones de millones de trabajadores y jubilados que no quieren ver conculcados sus salarios y haberes. La lógica neoliberal sigue ayudando a bancos y sectores financieros y condenando a la pobreza a los pueblos, con ajuste tras ajuste.
En nuestro país estamos discutiendo cómo utilizar los recursos, cómo planificar más obra pública y generar trabajo argentino, el único recurso conocido, el ahorro interno genuino, de generar riqueza sin endeudarse, con el estado como garante. Se está haciendo con dificultades estructurales heredadas del sistema neoliberal que imperó por más de tres décadas. Y se está discutiendo con la misma gente de la oposición que en el año 2000 no dudó en bajar salarios y jubilaciones un 13%. La misma que no supo manejar las finanzas públicas y endeudó al país hasta el default, del cual recién se está cerrando una etapa. El mismo sector que desde el tráfico ideológico del peronismo llevó adelante el saqueo previsional de las AFJP que le costó al país 90 mil millones de dólares que dejaron de ingresar a la ANSES en 14 años, mientras los jubilados, con Norma Pla a la cabeza, clamaban por un pedazo de pan. Los mismos que no dudaron en crear una desocupación del 22%, cuyos afectados, compatriotas argentinos, pudieron jubilarse recién ahora, con recursos genuinos, cuando nunca lo hubieran logrado con el sistema previsional anterior. Los más de 2.300.000 nuevos jubilados y pensionados incorporados al sistema, han convertido a la Argentina en el país con mejor cobertura previsional de toda América Latina, alcanzando al 92% de las personas en edad de jubilarse. De esto no nos olvidamos y tampoco lo olvidan los jubilados.
Por suerte, en nuestro país, estamos discutiendo hoy desde la posibilidad de generar inversión con ahorro interno, lograr mejorar paulatinamente las jubilaciones y pensiones, con reservas del Banco Central que garantizan la estabilidad, con una inflación manejable en términos de consumo masivo, con salarios pautados en convenciones colectivas de trabajo y una creación de empleo de mas de 4,5 millones desde el 2003 que permitieron esta realidad, que solo consolida el trabajo argentino.
No hay Seguridad Social si no existe el trabajo argentino, no hay futuro si no disminuimos el trabajo en negro, ni lo habrá si no hay conciencia previsional y tributaria por parte del pueblo argentino. De esto creo que todos los compatriotas estamos dispuestos a discutir, pero no para las elecciones sino para la construcción de un nuevo modelo solidario de cara al futuro, que reinstale la Justicia Social.